El
28 de julio de 1830 los revolucionarios liberales francesas derrocaban al rey
Carlos X y provocaban la coronación de Luis Felipe de Orleans, el llamado rey
burgués, este es el cuadro más famosos de Delacroix, la libertad guiando al
pueblo. Esta obra esta con cierta dosis de alegoría que recoge un hecho
contemperando. La mujer
que representa a la Libertad aparece con el torso desnudo, porta en su mano
derecha la bandera tricolor y en la izquierda un rifle.
Le acompañan miembros de las diferentes
clases sociales - un obrero con una espada, un burgués con sombrero de copa
portando una escopeta, un adolescente con dos pistolas, etc. Para manifestar
que en el proceso revolucionario ha existido amplia participación. A los pies
de la Libertad, un moribundo la mira fijamente para señalar que ha merecido la
pena luchar. Con esta obra, Delacroix pone de manifiesto su ideología y su
faceta de pintor de su tiempo.
La composición se inscribe en una pirámide
cuya base son los cadáveres que han caído en la lucha contra la tiranía,
cadáveres iluminados para acentuar su importancia. La vorágine de la batalla se
manifiesta en la polvareda que difumina los contornos e impide contemplar con
claridad el grupo de figuras que se sitúa tras la Libertad. Los escorzos y el
movimiento de la imagen vuelven a recordar el Barroco, igual que en la Matanza
de Quíos o la Muerte
de Sardanápalo. Fue
presentado al Salón de 1831 y adquirido por Luis Felipe para el Museo Real.
A finales del siglo antepasado se introdujo un
cambio muy novedoso en el sistema monetario salvadoreño; aparecen los primeros
billetes de banco. El nombre de billetes de banco se debía a que la emisión
estaba a cargo de bancos particulares autorizados por el Gobierno. Los primeros
billetes en El Salvador fueron emitidos por el Banco Internacional, fundado en
1880.
Posteriormente se establecieron otros dos bancos de
emisión: el Banco Occidental y el Banco Agrícola Comercial de esa época. A
finales del siglo antepasado hay que mencionar dos hechos muy importantes: el
primero, fue la inauguración de la Casa de la Moneda, el 28 de agosto de 1892
durante la Presidencia del General Carlos Ezeta. El segundo hecho importante
fue el 1 de octubre de 1892, cuando, como un homenaje a Cristóbal Colón en el
IV Centenario del descubrimiento de América, el Poder Legislativo reformó la
Ley Monetaria de 1883, cambiándole nombre a nuestra unidad monetaria, de Peso a
Colón. Se decretó que su valor con respecto al Dólar.
Así en agosto de 1934, introduce la primera familia de
billetes, en las denominaciones de uno, cinco, diez, veinticinco y cien
colones, incorporándose a estos el de dos colones en 1955, y el de cincuenta
colones en 1979.
En 1997, el Banco Central de Reserva pone en circulación
una nueva familia de billetes, adoptándolo a las tecnologías de la época,
variando completamente el diseño, en las denominaciones de cinco, diez,
veinticinco, cincuenta, cien y doscientos colones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario