Una sociedad como la nuestra con muchos tabús, con los
graves problemas estructurales que tenemos, que necesita un cambio drástico en
formas de gestión política y económica. Esos cambios los necesita como una condición
esencial de cambio de mentalidad, que quiere decir, un el modo que todos se vean
a sí mismos, en como plantean y realizar sus metas y propósitos personales, también
su responsabilidad individual y colectiva para poder relacionarse con los demás.
Esto no quiere decir que un cambio de mentalidad genere
un cambio social, pero si puede hacer que este último nuca sea posible. Es por
eso que el cambio de mentalidad debe ser buscado con la mayor afinidad posible, nuestra sociedad
misma debe embarcarse en hacer un esfuerzo, superar los obstáculos que nosotros
mismos los hacemos para no ser alguien en la vida y que pueden ser obstáculos para
el cambio social. Existen muchos rasgos de mentalidad vigentes que es necesario
cambia cuanto antes.
El infantilismo que ha involucrado muchos ámbitos tanto de
la vida privada como pública, desde la religión hasta la misma educación, este término
nos lleva a dos ramas las cuales son las que tiene que ver con adultos que son
tratados como niños por personas o líderes religiosos y la que, por el otro
lado, son adulto que claman por ser tratados como niños, esto que claman es
porque su armonía y la responsabilidad individual no tenga ninguna valides,
para que puedan ser remplazadas un dejar de hacer y en cual no poder rendir
cuentas a nadie y mucho menos cumplir las exigencias de ningún tipo. Esto también
nos lleva en cuanto a nuestras relaciones sociales tanto laborales,
institucionales y hasta profesionales se infantilizan y es donde ponemos los
sentimientos el amiguismo es lo que anula la razón, imponiendo a que estas
marquen una pauta de comportamiento. El infantilismo constituye un fuerte obstáculo
para el cambio social que nosotros queremos ya que no solo inmoviliza a los miembros
de una sociedad, sino que los desresponsabiliza de las cosas dejando en manos
de otras “adultos” la decisión que nos pude competer a todos una sociedad.
La otra rama que lleva a tener una mentalidad cerrada o antigua es la de los caminos más fáciles que todos tenemos para llegar a un lograr las metas individuales que todos tenemos y que son fundamentales para nuestra propia vida. No es cuestionable buscar lo fácil y evitar las rutas complicadas cuando se buscan determinados objetivos. Pero no siempre lo que se quiere lograr se consigue de manera fácil. Es decir, hay metas u objetivos personales (y sociales) que exigen un recorrido complejo, porque de esa complejidad (y de las complicaciones que le son inherentes) depende el cumplimiento de la meta u objetivo que se quiere lograr.
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